El 87% de los adultos estadounidenses no ha oído hablar nunca de la Web3, según desvela un estudio realizado por SurveyMonkey. Y, sin embargo, este nuevo protocolo de Internet ya ha comenzado a transformar la vida de los ciudadanos en una revolución tecnológica imparable que no dejará de sorprendernos a lo largo de los próximos años. Dentro de la comunidad de desarrolladores, un 25% de los especialistas considera que la Web 3 es “el futuro de Internet” (datos extraídos de una encuesta de Stack Overflow). La Generación Z, muchas veces sin ser consciente de ello, destaca como early adopter de las innovaciones relacionadas con este nuevo paradigma.

¿Qué es la Web3?

El término Web3 da nombre a la infraestructura que hace posible la tercera generación de Internet. Acuñado en 2014 por Gavin Wood, fundador de Ethereum y de la Web3 Foundation, este concepto distingue a un ecosistema de comunicaciones descentralizado, en el que las grandes plataformas tecnológicas se quedan al margen para dejar paso a la interacción directa entre usuarios, sin mediación de terceros. La propiedad de la web se distribuye entre los miembros de la comunidad, con una identidad digital independiente respecto de su identidad alternativa en el mundo offline.

Web3 vs. web 2.0

La Web3 –que no 3.0- surge como una disrupción respecto de los dos paradigmas anteriores. De ahí la eliminación del espacio, el punto y el cero final en su denominación. En la World Wide Web que concibió Tim Berners-Lee en los años 90, la mayoría de los usuarios tan solo ejercían como consumidores de contenido. En la Web 2.0 ganó tracción la figura del prosumer, es decir, el usuario que, además de ver y leer, genera y publica su propio contenido en blogs, foros, redes sociales, etc. En paralelo, la prestación de servicios tecnológicos comenzó a concentrarse en unas pocas empresas (Google, Facebook-Meta, Apple, etc.), a través de las cuales se vehicula la mayor parte de la actividad de estos prosumidores.

La Web3 rompe con esta tendencia para apostar, de nuevo, por la descentralización de la propiedad de la red articulada a nivel económico y social mediante la posesión de tokens. Esto abre la puerta a una implicación más profunda de los individuos en la evolución de Internet, participando en proyectos, configurando sus propias reglas de funcionamiento y accediendo a experiencias inmersivas puramente digitales.

Conceptos básicos para no perderse en la Web3

Para manejarse en la Web3 es preciso tener claros algunos conceptos básicos:

Blockchain

El blockchain, o cadena de bloques, es una tecnología que permite el almacenamiento e intercambio de activos sin intervención de un nodo central. La información se guarda, verifica y viaja cifrada a través de una red de nodos que se reparten el peso de la custodia y el procesamiento. La descentralización de estos procesos tecnológicos ofrece rapidez (en conjunción con el edge computing) y seguridad, así como la eliminación de intermediarios en las transacciones, que pasan a gestionarse con algoritmos de tipo smart contract, como ocurre en entornos como la plataforma Ethereum. 

Criptomonedas

Las criptomonedas son divisas digitales que se desarrollan, precisamente, a partir de la tecnología blockchain. Su utilización va al alza. Según el Fintech Deep Dive: Digital Currencies 2022 Playbook de Apptopia, la descarga de apps de criptomonedas creció un 400% en 2021 respecto al año anterior.

Criptomonedas, concepto clave de la Web3

NFT (Non-Fungible Tokens)

Los NFT (Non-Fungible Tokens) son las unidades de valor en las que se divide un bien no fungible; es decir, en la Web3, un activo digital con carácter permanente y único. Datos de SurveyMonkey señalan que un 33% de los usuarios de Internet en Estados Unidos afirmaba saber que son los NFT en enero de 2022, cuando el porcentaje era de solo un 13% en marzo de 2021. Los NFT han cobrado, asimismo, un gran protagonismo en los juegos play-to-earn dentro del universo gamer.

Metaverso

El Metaverso es un ecosistema virtual que facilita la interacción con otras personas con las que no se comparte espacio físico, en experiencias 3D inmersivas y llenas de realismo. En el Metaverso se pueden realizar pagos en criptomonedas, así como poseer NFT y comerciar con ellos. Presenta un alto potencial en muchísimos planos: laboral, formativo, recreativo y, por supuesto, publicitario.

DAO (Decentralized Autonomous Organizations)

Las DAO (Decentralized Autonomous Organizations) son organizaciones en las que la actividad de la comunidad se regula mediante smart contracts, sin sujeción a ninguna ley ni entidad exterior. Dentro de esta categoría destacan las DeFi, orientadas a las finanzas descentralizadas.

Web3, hábitat natural de la Generación Z

La Web3 está hecha a la medida de la Generación Z, la primera nacida como nativa digital. Este tramo de edad se distingue por su carácter emprendedor, independiente y curioso, muy abierto a experimentar online. Según comprobaciones de dcdx, un 35% de los GenZers sabe qué es el Metaverso; mientras que, según SurveyMonkey, un 50% conoce las criptomonedas.

De hecho, se trata de la generación que más adquiere este tipo de divisas (16%), por delante de los millennials y de la Generación X. Además, un 17% de los GenZers piensa que sus ahorros en criptomonedas le van a servir para costearse la jubilación, de acuerdo con la 2022 Investopedia Financial Literacy Survey.

Aun en los albores de la Web3, hay expertos que ya hablan de una cuarta generación de Internet, en la que la Inteligencia Artificial se extenderá a todo lo que nos rodea (casas, coches, ciudades, fábricas…). En la Web3 y en lo que esté por llegar, en Labelium estamos a tu disposición para ayudarte a conectar con tu audiencia a través de una estrategia digital 360º. ¡Contacta con nosotros!

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